Muchas Gracias

Tras lo sucedido el miércoles en la 2 de Apolo solo podemos dar las gracias a todos los que hicieron posible una noche mágica. Nosotros no podemos hacerlo porque no somos objetivos. Dejemos que Jordi Bianciotto, en una crónica publicada en El Periódico cuente lo que sucedió.

 

Tom Petty nunca pisó nuestros escenarios, pero sus canciones sí lo hicieron este miércoles en La 2 de Apolo en boca de una quincena de admiradores que lo reconocen como fuente de inspiración y que le rindieron un último homenaje. Noche con finalidad benéfica, en apoyo a la organización Fundesplai, cargada de identificación entre artistas y público en torno a un apreciado trovador del rock que nos dejó demasiado pronto, a los 66 años, el pasado 2 de octubre.

Como si se tratara de una metáfora del influjo de Petty a través de las generaciones, fue una banda joven, Masclans, la que puso la base instrumental de la noche, ajustando su sonido con tendencias psicodélicas a los patrones de ese cancionero de hechuras clásicas y fondo emocional. Su timonel, Esteve, nos dio la bienvenida con una tesitura vocal de lo más Petty en ‘It’s good to be king’ y un fornido ‘Refugee’, dando paso a Javier Molina (Delanada) con el sugerente medio tiempo de ‘Mary Jane’s last dance’. Y a un inesperado Jofre Bardagí, que evocó a su padre, el recordado ‘mestre’ Josep Maria Bardagí, al presentar su sentida versión de ‘You don’t know how it feels’. “Uno de sus mejores regalos que recuerdo, hace muchos años, fue una caja con toda la discografía de Tom Petty”, reveló el que fuera cantante y guitarrista de Glaucs.

 

La noche deparó unas cuantas escenas para la memoria, como el fogoso tándem formado por Jonathan Herrero, cantante de A Contra Blues, la voz más honda del lugar y sin necesidad de simular esfuerzo alguno, y el saxo de Dani Nel·lo, trazando líneas inéditas, con un poco de épica rockera a lo Clarence Clemons, en ‘Free fallin’. Un Sergio Martos (Schizophrenic Spacers) desbocado en su eterno papel de ‘rock star’ en ‘I need to know’, Aureli Morata (Aurelio y los Vagabundos) haciendo suyo el folk-rock de ‘Yer so bad’ y el refinado ‘crooner’ Augie Burr saliéndose un poco del guion en un arrollador ‘You got it’, de Roy Orbison.

Cayeron todos los ‘hits’ de Petty así como debilidades personales como ‘Louisiana rain’, en voz de Ricky Gil (Brighton 64), y una pieza tardía, ‘No reason to try’, que Joana Serrat defendió con sutileza, valiéndose de la guitarra acústica y el ‘pedal steel’ y creando un ambiente brumoso que contrastó con los ánimos exaltados de parte del público. En el subtexto del concierto se respiraba una celebración de lo que podríamos llamar comunidad del rock’n’roll, cada vez más ‘underground’, hay que decir, en una ciudad como la nuestra.  Imaginario al que se sumó marcando estilo Marta Delmont en ‘The waiting’ y que tuvo su expresión final en un reluciente y compartido ‘Handle with care’, de The Traveling Wilburys. Material sensible, sí, más allá de su sobria apariencia.

 

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